Ibiza es un santuario en el cual escapar y evadirse de la realidad, adoptando un estilo de vida lento, sin reglas ni ataduras. Un destino que estimula la imaginación y que vibra con todas las almas libres. Cautivado por el deseo de escapar y la búsqueda de experiencias extraordinarias, Castillo de Ibiza presenta Sunset Rosé, un vino tranquilo que evoca una energía vibrante y un carácter bohemio que nos invita a celebrar el espíritu del Mediterráneo.

Desde Morillas, tuvimos la oportunidad de darle forma al concepto estratégico de esta marca y desarrollar su identidad visual y diseño de packaging. Nos inspiramos en el auténtico pulso hedonista y pausado del mediterráneo y su naturaleza evasiva para crear una botella esbelta y delicada, que encapsula la energía vibrante y el carácter espontáneo de la isla ibicenca. El concepto de Sunset Rosé también surge inspirado por el inconfundible color que nos brinda el resplandor del atardecer durante la llamada ‘golden hour’, y se materializa en un diseño que encarna el punto máximo de esa sensación; el momento en que el tiempo se ralentiza y la noche comienza a desplegarse, regalándonos experiencias inolvidables.

Castillo de Ibiza captura el hechizo del Mediterráneo mediante la elaboración de un vino que consigue trasladarnos a las interminables noches de verano, los días bañados por el sol de las costas mediterráneas y al resplandor del mar chocando contra los impresionantes acantilados de la isla… Esta majestuosa botella que hemos diseñado cumple admirablemente con el desafío de evocar todo lo anterior: El corcho al desnudo con una brújula grabada, que nos lleva a momentos de escapada. Su cuello, decorado cuidadosamente con caligrafía manuscrita, evoca atención al detalle y cariño. Además, la etiqueta, envejecida por el propio salitre del mar, refleja y romantiza el paso del tiempo. Un diseño magistralmente elaborado para encapsular esta verdadera joya mediterránea, que consigue evocar esos recuerdos veraniegos atemporales y efímeros que debemos conservar y atesorar.